Edad ideal: las guías de buenas prácticas sobre detección temprana (Academia Americana de Pediatría, 2007, Hernández y cols., 2005) indican que el cribado de autismo debe realizarse de manera rutinaria en los servicios pediátricos a los 18 y a los 24 meses, así como siempre que existan señales de alarma.
Cuestionarios de cribado o de screening: existen cuestionarios que las familias pueden rellenar rápidamente y que nos permiten saber si su hijo/a tiene dificultades significativas en diversas áreas del desarrollo. Si es así, habría que derivarles para hacer una evaluación completa. Es importante tener en cuenta que estas herramientas no nos permiten dar un diagnóstico, sólo sirven para objetivar de manera rápida la presencia o no de dificultades que generalmente se asocian con alteraciones en el desarrollo.
Pinchando aquí puedes descargarte un artículo dónde se resumen las principales herramientas de cribado y sus características (ver las páginas 1220-1). Jonhson, C.P. y cols. (2007) Identification and Evaluation of Children With Autism Spectrum Disorders. Guidance for the Clinician in Rendering Pediatric Care. PEDIATRICS 120 (5)-